Trenzas de peregrino en esta tierra Santa, ayayayya


Más de setenta fallecidos en Santiago (A Coruña) de España, ayayyayayay… los gallegos salen a la calle para ayudar a familiares y heridos gravemente.   
         Plegarias…
Trenza de peregrinos
que con el almita en su pequeño hato
transitan el Camino de Santiago…
Huellas de apóstol peregrino…
Acordes de plegarias mudas
en labios de familiares
y almitas buenas que hoy, veinticuatro de julio,
inician su peregrinaje hacia el cielo
de las manos del Sembrador de Caminos, ayayay…

Flauta encendida y dulce,
voces de ángeles y luz
ascienden al cielo
poniéndose de puntillas
para conseguir el abrazo del Papá bueno,
para que encienda,
en Su regazo,
en Sus tiernas y milagrosas alboradas
en cada pétalo de luna y estrellas
un manto de ternura
y de hogar
para tanta madre huérfana de hijos,
para tanto hijo huérfano de padres, ayyayaya

En esta noche,
cuando julio se dispone a arribar
a la tierra del apóstol Santiago;
cuando esas estrellas
son luciérnagas que llenan los corazones
de los peregrinos;
ayes de violín
quiebran rostros y manos ensangrentadas;
el camino de hierro con tantas almas encendidas
quiebra su piel,
renaciendo Getsemaní a ojos de familiares, ayyayaya.  

En esta noche de julio,
zozobra de lágrimas de amor y de ausencias,
el Sembrador de caminos
se calza de nuevo sus sandalias
y túnica blanca,
se enciende
en el almita de tanto familiar,
huérfano de luz
huérfano de fe
huérfano de camino...
las abraza,
las besa no una no ciento no miles si no ciento de miles
pronuncia su nombre, claro que los pronuncia
y latiendo en sus lágrimas
cada sonrisa
cada ternura
cada abrazo
cada hogar que encendieron sus seres amados desaparecidos...
habla sereno
a cada almita abrazada a su dolor, ayayya,
a cada peregrino que acude a compartir ese dolor:
“Hijo, ahí tienes a tu madre, madre ahí tienes a tu hijo”...

De Pruden Tercero Nieto, julio de 2013

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